“I don’t want this night to end,” said Amanda Martínez at some point during her first concert ever at the visually stunning Winter Garden Theatre in downtown Toronto this past Saturday, April 5th. And many of us shared that feeling with her. Amanda shone like never before during this sold-out performance—a feat that rubbed off as well on her band and on her musical guests as every single one of them gave the best of their artistic talents that night.
It may have been that this concert was part of a very special and jam-packed weekend for Amanda: a photography exhibit (Bicycles Borders and Beyond) by her late uncle, Arturo Martínez McNaught, that captured the journey that he and Amanda’s father, Gustavo, took from Mexico to Canada in 1956 by bycicle. The exhibit, hosted by the Consul General of Mexico Ambassador Mauricio Toussaint and celebrating 70 years of Mexico-Canada relations, took place that same afternoon, right before the concert. And on Sunday Ciclo, the documentary telling the same story and directed by her cousin Andrea Martínez Crowther, would be showing as part of the aluCine Latin Film+Media Arts Festival at the Art Gallery of Ontario. This journey that took eighty-two days is a cycling adventure that changed the entire shape of the Martínez family history and is a big influence in their lives to this day.
That was one element that probably had a big effect on the compelling and heartfelt performance Amanda gave to her faithful audience that night. But there was also a perfect symbiosis of the songstress and her very unique, exotic and alluring image that matched perfectly the beautiful arrangement of Mexican pottery and colourful flowers and merged flawlessly with the stunning venue, to give the audience an unforgettable night of beautiful music, bringing them down memory lane, travelling over several decades of some of the best music the Mexican nation has produced.
Amanda performed some of her songs from previous albums and a few from her latest one, Mañana. The audience was treated to songs like Gitana, Alma Mía, Días Invisibles, Esperanza Viva and Va y Viene (a personal favourite). Her performance of Alcoba Azul encapsulated the feeling of the night: Amanda’s sultry voice and her charming presence and the melodious sound of the violin (played brilliantly by Amanda Medina) all came together, transporting the audience to Frida Kahlo’s times in Mexico.
Amanda is not only an accomplished singer/songwriter whose presence entirely commands the stage, but she’s also a generous musician, surrounding herself with extraordinary talent and inspiring them to give the best of themselves when on stage. The entire audience thoroughly enjoyed not only Amanda’s genius, but also that of every single artist she had on stage that night: the members of her band and all the special guests that joined her that night. Each one of them, in turn, brought with them their A-game and thrilled the audience with an homage of some of the most memorable Mexican songs (and some new creations) from all time.
Guitarist Jorge López (who the artist said played guitar for her on her first gig at a Second Cup), accompanied Amanda on a beautiful rendition of Esta Tarde Vi Llover and La Llorona. Café con Pan (Kali Niño and Alec Dempster) joined Amanda on stage to perform the very popular traditional Mexican song Que Bonita Es Esta Vida (an original 3 de Copas song also made popular by Colombian Jorge Celedon) and a son jarocho version of Amanda’s song Frozen, during which dancer Luz Castillo also joined them on stage. During her performance of Nuevos Caminos a highlight reel from Ciclo, prepared for the night by her cousin Andrea, played in the background. Amanda was also joined on stage by popular and super talented singer/songwriter Quique Escamilla, on a beautiful duet of Tu y Las Nubes. Escamilla also performed one of his original songs, the catchy and lively Huapango de Tequila. Pablosky Rosales showed off his amazing vocal abilities, accompanying Amanda on a duet of Cucurrucucú Paloma. It was a beautiful and touching performance by the two artists.
One of the most touching moments of the night took place near the end of the concert, when Amanda literally serenaded her parents, who this year celebrate 47 years of marital bliss and her father is also celebrating a milestone, turning 80 years old. She came down with her band and they performed a acoustic rendition of Sabor A Mi. She closed the night with her song Sueños Posibles, which she wrote during the World Cup games in South Africa (her mother’s birthplace) in celebration of both her Mexican and South African roots.
She introduced the members of her band—husband Drew Birston in bass/guitar, Osvaldo Rodríguez in violin, Alexander Brown in trumpet/flugel horn, Alberto Suárez in percussion, Paco Luviano in bass and Roger Travassos in drums and percussion, as well as the above-mentioned violinist Medina and Rosales, who also played tres guitar and was the musical director of this show. Amanda’s latest album, Mañana, is available on iTunes.
“No quisiera que esta noche termine,” comentó Amanda Martínez durante el concierto que sostuviera por primera vez en el Winter Garden Theatre en el centro de la ciudad de Toronto este pasado Sábado 5 de Abril. Y la mayoría de nosotros compartíamos el sentimiento. Amanda brilló como nunca antes en esta presentación– una proeza que contagió no solo a los miembros de su banda sino a sus invitados especiales, quienes dieron todo de sí mismos y su talento artístico esa noche.
Puede atribuírsele a que este concierto fue parte de un fin de semana muy especial para la conocida artista, siendo parte de una exhibición de fotografía (Bicycles Borders and Beyond) de su tío Arturo Martínez McNaught (quien falleciera el año pasado), en la que logró capturar el viaje en bicicleta desde México a Canadá que realizaran en el año 1956. El anfitrión de la noche fue el Cónsul de México en Canadá, el Embajador Mauricio Toussaint, en honor de los 70 años de las relaciones entre Canadá y México, la cual se llevara a cabo esa misma tarde en el teatro. El Domingo sería la presentación del documental Ciclo, que cuenta la misma historia y fue dirigida por la prima de Amanda, Andrea Martínez Crowther. Esta presentación fue parte del aluCine Latin Film+Media Arts Festival en la Galería de Arte de Ontario. La aventura en bicicleta les llevó 82 días, y marcó en su totalidad la historia de la familia, siendo una influencia importante y continúa siéndolo hoy en día.
Ese fue uno de los elementos que posiblemente tuvo un fuerte impacto en la interpretación musical tan cautivadora y emotiva que Amanda brindara a su público esa noche. Pero ocurrió tambien una fusión perfecta entre la cantante, con su imágen tan única, exótica y magnética que combinó tan bien con el arreglo del escenario de cerámica Mexicana y flores coloridas y se fusionó de manera impecable con el espectacular teatro para darle al público una noche inolvidable de bella música, en un recorrido por varias décadas de lo mejor de la música tradicional mexicana.
Amanda interpretó varias canciones de sus dos álbumes previos y algunas de su más reciente producción discográfica, Mañana. El público pudo disfrutar de temas como Gitana, Alma Mía, Días Invisibles, Esperanza Viva y Va y Viene (una de mis favoritas). La interpretación de Alcoba Azul encapsuló la sensación de esa noche: su voz sutil, su presencia arrolladora y el sonido melódico del violín (interpretado magistralmente por Amanda Medina), todo se juntó transportando a los alli presentes al México al tiempo de Frida Kahlo.
Amanda no es solamente una consumada cantante y compositora, cuya presencia domina el escenario, sino que es tambien una artista de gran generosidad, rodeándose de músicos de talento extraordinario e inspirándolos a dar todo de sí mismos en el escenario. El público pudo disfrutar asi no solo el genio de la artista, sino tambien de cada uno de los talentosos músicos que la acompañaron esa noche. Cada uno de ellos brilló con luz propia y brindó al público enternecedoras versiones de homenajes a algunas de las melodías más memorables (e incluso algunas creaciones propias) de la música Mexicana de todos los tiempos.
El guitarrista Jorge López (quien tocó guitarra para Amanda en su primera presentación como cantante en un Second Cup), acompañó a la artista en una bella interpretación de Esta Tarde Vi Llover y La Llorona. Café con Pan (Kali Niño y Alec Dempster) la acompañaron en el escenario al interpretar el conocido tema Mexicano Que Bonita Es Esta Vida (de autoría de 3 de Copas pero hecha popular por el cantante Colombiano Jorge Celedón) y en una versión de son jarocho del tema Frozen, compuesto por Amanda. Mientras interpretaba Nuevos Caminos en la pantalla se mostraba un video con pasajes del documental Ciclo, preparados para esta noche por Andrea. La acompaño tambien en el escenario el popular y super talentoso cantautor Quique Escamilla, en un bello dueto de Tu y Las Nubes. Escamilla cantó tambien algo de su autoría, el Huapango de Tequila. Pablosky Rosales, por su parte, dio muestra de su bella voz, interpretando a dueto con Amanda el conocido tema Cucurrucucú Paloma.
Uno de los momentos más tiernos de la noche tuvo lugar casi al final del concierto, cuando Amanda brindara una serenata a sus padres, quienes cumplen 47 años de matrimonio y su padre cumple tambien 80 años de vida este año. Fue un homenaje muy conmovedor, bajando del escenario y rodeando a la pareja, interpretando la canción Sabor a Mi. La noche cerró al interpretar su tema Sueños Posibles que escribiera durante el mundial de Fútbol en Sudáfrica, donde nació su madre, celebrando sus raíces mexicanas y sudafricanas.
Terminó presentando a los miembros de su banda: su esposo Drew Birston en el bajo/guitarra, Osvaldo Rodríguez en el violín, Alexander Brown en la trompeta, Alberto Suárez en la percusión, Paco Luviano en el bajo y Roger Travassos en la batería y percusión, asi como tambien los antes mencionados, la violinista Medina y Rosales en tres y quien fuera tambien el director musical de este conciert. Mañana, el último disco de Amanda, está disponible en iTunes.
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